Vivimos en una realidad de consenso. Esta es creada por la aceptación de una forma de ver el mundo por parte de una mayoría de la sociedad. Por ejemplo, sobre cómo se debe vivir. Pero, ¿qué pasa cuando esas ideas llevan a un estado de infelicidad, malestar y conflicto generalizado?
Me hago frecuentemente la pregunta sobre cuanta gente que conozco en profundidad puedo describir como "feliz". Y no feliz en un sentido ideal. Sino personas que a la hora de hacer un balance, muestren mayor bienestar, momentos de alegría, de satisfacción, de, en fin, disfrutar más la vida de lo que la padecen. Y mi dolorosa conclusión es que no son muchos. Si hay personas con enormes logros, que hacen cambios significativos en sus vidas, que revierten situaciones muy adversas, y que van encontrando, poco a poco, un mayor bienestar. Pero esta no parece ser la norma.
Esto es lo que hace que muchas personas estén en la búsqueda de que eso les suceda. Por los medios en que cada uno lo siente más posible. Éxito laboral, dinero, cambios en su alimentación y estilo de vida, viajes, y distintos métodos terapéuticos y de autosuperación. Si aceptamos la idea de que ese bienestar existe y es posible, se desprende de eso que la sociedad actual no lo ha hallado aún. O que su funcionamiento colectivo tiende a generar más infelicidad y enfermedad que un verdadero bienestar.
Ante esto, que en diferentes niveles siempre ha ocurrido en la historia conocida de la humanidad, grupos de personas han entendido que era necesario encontrar valores, ideas y métodos diferentes, a veces a contracorriente de lo que sucedía a nivel de esa realidad de consenso masiva. A esto es a lo que llamamos generar una realidad propia.
En esta ocasión proponemos algunas de esas alternativas, relacionadas con conceptos que desde la psicología han probado colaborar en el trayecto hacia transformaciones superadoras
Rechazar la obligación de definirse: La necesidad de las personas de ubicarnos en algún lugar mental (por ejemplo, "amigo o enemigo") hace que todo el tiempo nos lleven a aceptar totalmente un punto de vista y rechazar el opuesto. Por ejemplo, a la hora de decantarse por la medicina tradicional o la "alternativa". Este tipo de presión hace que las personas nieguen sus propias percepciones para no confrontar con su grupo de pertenencia. Generar una realidad propia es poder elegir, ejercer un criterio en base a las propias percepciones y vivencias y no a preconceptos.
Revisar el enojo constante: estar enojados con alguien todo el tiempo se sostiene en una realidad que siempre está buscando culpables y responsables por las propias desgracias. El odio que se destila hacia otros, y que hoy las redes sociales han puesto en evidencia como nunca, expresa la falta de autoconocimiento. Se pretende que todo lo negativo este afuera (en el otro) mientras todo lo bueno se encuentra (ilusoriamente en uno). Esta modalidad impide, como es lógico, reconocer y modificar cualquier falencia propia, así como vincularse sanamente con los demás
Reconocer la vulnerabilidad: Casi como una contracara del punto anterior, poder reconocer que somos vulnerables es un gran paso hacia otra experiencia. Mucho de lo que ocurre en la sociedad es resultado de una constante batalla por defender un Ego que se siente expuesto pero necesita ocultar esto, en una competencia con los demás por el reconocimiento. Reconocer esa vulnerabilidad, en cambio, es saber que las experiencias nos afectan, que las acciones de los otros nos pueden tanto alegrar como dañar, que nuestro cuerpo no es invulnerable, que la vida, como seres sintientes, es una experiencia emocional. Desde esa vulnerabilidad, que no es debilidad, cada situación toma un color diferente
Percibir la intuición y sabiduría de la mente. El inconsciente no es un depósito de lo olvidado o siquiera de lo reprimido. Muestra constantemente, a través por ejemplo de sueños, que buscamos, necesitamos o tememos. Empezar a escuchar esta sabiduría es una gran clave para guiarse ante los desafíos de la vida y generar una realidad propia.
El desarrollo de estos temas y más pueden escucharse en el episodio 6 de "El Portal"
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